Síntesis tercer capítulo

En el capítulo anterior abordamos el problema de la agorafobia cuando surge tras haber sufrido una experiencia traumática. Afirmamos que la agorafobia funciona como una medida defensiva infalible para evitar a toda costa volver a sucumbir ante la misma o parecida circunstancia. En el presente capítulo hemos investigado el problema de la agorafobia cuando surge tras haber padecido una crisis de angustia. Al analizar el fenómeno de la crisis de angustia hemos llegado a la conclusión de que esta aparece ante la percepción de un peligro de características inconscientes. Desde esta óptica, la agorafobia se constituye como una medida defensiva con una doble función: a) evitar que la crisis de angustia se repita, y b) mantener alejado dicho peligro inconsciente. Es decir, comprobamos que existe una similitud entre la agorafobia que surge tras haber sufrido una experiencia traumática y la debida a una crisis de angustia. En ambos casos la agorafobia protege de sucumbir ante una situación que se considera amenazante. En el primer caso la amenaza es consciente (por ejemplo, volver a sufrir un atraco callejero) y en el segundo inconsciente (por ejemplo, sentirse solo habiendo crecido en un clima de sobreprotección).

Al reflexionar acerca del problema de la agorafobia que surge tras haber sufrido una crisis de angustia hemos descubierto que la causa pudo haberse originado mucho tiempo atrás. En el siguiente capítulo abordaremos el problema de la agorafobia como consecuencia de los miedos que no se resolvieron correctamente durante la infancia y la adolescencia.

 

Pau Martínez Farrero, Doctor en Psicología y psicólogo clínico especialista,

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