El miedo

El «miedo» es la sensación que experimentamos ante la presencia de un peligro y tiene la función de activar los procesos fisiológicos y psicológicos necesarios para conseguir liberarnos de él lo más rápidamente posible. Ante la presencia de una amenaza, el corazón bombea más rápidamente, la respiración se acelera, los músculos del cuerpo se tensan y la mente se concentra en las características y los detalles de la amenaza, al mismo tiempo que se despreocupa de cualquier otra cuestión. Es decir, cuerpo y mente se adaptan de forma instantánea y sin pérdida de tiempo a las condiciones óptimas que permiten emprender la huida o enfrentarse a la fuente de peligro. El miedo es, por consiguiente, una reacción natural del ser humano. Sentimos miedo, por ejemplo, cuando nos damos cuenta de que un automóvil ha invadido nuestra acera y se aproxima descontroladamente hacia nosotros. La reacción de miedo es involuntaria y está al servicio del instinto de conservación.

Zygmunt Bauman escribe en su libro Miedo líquido: la sociedad contemporánea y sus temores: «Las ocasiones de tener miedo son de las pocas cosas de las que nuestra época actual, tan carente de certeza, garantías y seguridad, no anda escasa. Los miedos son múltiples y variados. Personas de categorías sociales, de género y de edad distintas viven obsesionadas por miedos característicos de su condición respectiva, pero también hay temores que todos compartimos, sea cual sea la zona del planeta en la que dé la casualidad que hayamos nacido o que hayamos elegido para (o nos hayamos visto obligados a) vivir».1

Sintetizando, el miedo, en cualquiera de sus intensidades, es la sensación que surge cuando la persona cree encontrarse bajo una amenaza física, psicológica o social.


  1. Bauman, Zygmunt, Miedo líquido: la sociedad contemporánea y sus temores. Paidós, Barcelona, 2013, pág. 29.

 

Pau Martínez Farrero, Doctor en Psicología y psicólogo clínico especialista,

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